La tasa de pobreza de la ciudad cayó en 2019. Pero los eventos de 2020 muy probablemente han revertido esa tendencia.
Esta historia apareció originalmente en inglés.
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Traducido por Carlos Rodriguez.
El índice de pobreza en la ciudad y estado de Nueva York y en toda la nación se redujo en 2019, continuando con una tendencia a la baja de cinco años seguidos que, sin embargo, seguramente ya ha sido revertida por la pandemia del COVID-19.
Según el análisis de la comunidad estadounidense del negociado del censo (Census Bureau’s American Community Survey, o ACS), en 2019 un 16 por ciento de la población de la ciudad de Nueva York vivía bajo el nivel federal de pobreza. En 2018, la cifra era de 17.3 por ciento y, cinco años antes, en 2014, de 20.9 por ciento.
“Estos resultados nos dicen poco sobre el triste estado en el que se encuentra nuestra ciudad”, expresó la sociedad de servicio comunitario de Nueva York (Community Service Society of New York, o CSS). “En los últimos seis meses, una pandemia y una recesión han devastado la economía local y puesto al descubierto las inequidades que por largo tiempo han existido en las comunidades y barrios de la ciudad”.
Desde que la ACS recopilara estos datos, el desempleo en la ciudad se ha cuadruplicado. “Desafortunadamente, estos números ya no reflejan la realidad de millones de neoyorquinos que han pasado necesidad en los meses recientes debido a la presente recesión económica”, dijo Jennifer Jones-Austin, directora ejecutiva de la federación de agencias protestantes de beneficencia (Federation of Protestant Welfare Agencies) en un comunicado.
“La adversidad económica sin precedentes que está enfrentando un creciente número de neoyorquinos resalta tanto la fragilidad del progreso económico de los últimos años como la necesidad inmediata de políticas de intervención para apoyar a quienes se les hace cada vez más difícil vivir día a día”, dijo Jones-Austin. “Otro fuerte estímulo federal podría ser crucial para la recuperación de nuestra economía. Tenemos que reforzar nuestros programas de servicios sociales para asegurar que esta recuperación sea justa y que llegue a las comunidades negras y latinas, las cuales han sufrido el impacto más fuerte de la pandemia del COVID y de la caída económica que ha causado”.
El índice de pobreza en el estado de Nueva York bajó de 13.6 por ciento en 2018 a 13 por ciento en 2019. En toda la nación, cayó del 13.1 por ciento en 2018 a 12.3 por ciento en 2019.
Aún antes de la pandemia la desigualdad era evidente. Entre los neoyorquinos negros, el índice de pobreza había subido ligeramente, de 20 por ciento a 20.5 por ciento. Entre los latinos, había bajado de 23.7 por ciento a 20.9 por ciento, pero seguía siendo el doble que la comunidad blanca no-latina, que registró 10.1 por ciento. En la comunidad asiática, la pobreza había bajado de 15.4 por ciento a 14.2 por ciento.
Todos los condados de la ciudad vieron un descenso entre 2018 y 2019, aunque las diferencias seguían siendo marcadas. El Bronx presentaba un índice de pobreza de 26.4 por ciento. Brooklyn (con 17.7 por ciento) y Manhattan (con 14 por ciento) estaban más cerca del promedio de toda la ciudad. Por su parte, Queens (con 10.8 por ciento) y Staten Island (8.3 por ciento) tenían números considerablemente más bajos.
Las estadísticas como los índices de pobreza suelen presentar cifras atrasadas, y esta no es su única desventaja. El índice federal de pobreza no refleja diferencias en precios, el impacto de algunos programas de beneficencia, ni cambios en los hábitos típicos de consumo de las familias estadounidenses. Muchas personas cuyo ingreso está por encima del nivel de pobreza sufren gran necesidad económica. Asimismo, movimientos en los índices de pobreza pueden apuntar a cambios en las condiciones económicas de los residentes de una ciudad o condado, o simplemente ser signo de que grupos de determinado nivel económico están entrando o saliendo de un área: El índice de pobreza baja cuando la gente pobre se va de un lugar, pero esto indica un desplazamiento – no una reducción – de la pobreza.
Otras estadísticas de la ACS presentan un panorama más completo y detallado de la economía de la ciudad, que había visto un crecimiento de 7.2 por ciento en su ingreso medio en 2019. “A pesar de este impresionante incremento en el ingreso familiar medio, la ciudad de Nueva York continúa siendo la más desigual de todas las grandes ciudades el país”, dijo la CSS (que financia a City Limits). “El cinco por ciento de los neoyorquinos recibe 28 por ciento de los ingresos que genera la ciudad, mientras que el 20 por ciento de la población recibe solo 2 por ciento”.