Desesperados por encontrar trabajo, muchos inmigrantes pagan por adelantado a las agencias de empleo, sin saber que está prohibido exigir un pago antes de obtener un empleo.
Este artículo apareció originalmente en inglés el 9 de agosto. Translated by Daniel Parra. Read the English version here.
Durante dos meses, Jose guardó todo lo que pudo de trabajos esporádicos para ahorrar $150 dólares, lo suficiente para pagarle a una agencia de empleo por tres oportunidades de encontrar un trabajo estable en la ciudad de Nueva York, a donde había llegado en julio de 2022 después de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
“Preguntan por experiencia laboral, dominio del inglés, si tiene un permiso de trabajo y si prefiere pago en efectivo o con cheque”, explicó Jose, quien pidió que no se usara su nombre completo por temor a poner en peligro su caso de inmigración. “Dependiendo qué respondas, te ubican”.
Después de pagar $150 a Napoli Agencia de empleo en Jackson Heights, Queens, y no recibir ningún contrato ni recibo, a Jose le ofrecieron trabajar limpiando restaurantes en Flushing. Primero, le dijeron que el pago sería $80 dólares por lugar limpio, sin horarios específicos de entrada o salida.
En un trozo de cartón escribieron el nombre de Jose, el pago acordado, el nombre del posible empleador y la dirección de la entrevista, y con eso él se dirigió al estacionamiento de un supermercado en Flushing. Estaba casi vacío, recuerda, solo una miniván blanca estacionada, así que le mostró el cartón con los detalles al conductor, quien le dijo que entrara a la miniván para la entrevista.
“Fue una entrevista por Google translate”, dijo Jose. Allí se enteró de que el pago sería menos de lo que le habían dicho: $70 dólares. No le gustó eso, y al empleador no le gustó que viviera en un refugio de Brooklyn, así que ambos declinaron.
Jose volvió a la agencia esa tarde para intentarlo por segunda vez. Tanto su segundo como su tercer intento no dieron como resultado un trabajo y no recibió su depósito de vuelta. (Cuando se llamó por teléfono a la Napoli Agencia de empleo dijeron que estaban ocupados con clientes y no hablaron con el reportero).
City Limits habló con siete inmigrantes solicitantes de asilo que dijeron que habían pagado a las agencias de empleo entre $50 y más de $ 150 dólares con la esperanza de encontrar trabajo por debajo de la mesa.
Ninguno de ellos encontró trabajo y además se les cobró antes de que obtuvieran un empleo, una práctica no debería producirse según el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador (Department of Consumer and Worker Protection o DCWP por sus siglas en ingés), entidad reguladora de las agencias de empleo. Además, los reembolsos fueron parciales o inexistentes.
Sin embargo, aunque estas prácticas inapropiadas parecen ser frecuentes, el DCWP está en curso de recibir menos quejas sobre las agencias de empleo este año que en 2022. Los inmigrantes dijeron que el miedo a las represalias, combinado con el deseo de encontrar un trabajo rápidamente, puede disuadirlos de presentar quejas, mientras que los defensores de los inmigrantes señalaron una falta de aplicación de la ley para castigar estas prácticas fraudulentas.
La tormenta perfecta
Los inmigrantes en la ciudad de Nueva York han sido durante mucho tiempo vulnerables a estas estafas laborales. La campaña llamada Justice for Job Seekers (Justicia para los que buscan empleo) lanzada en 2014, apuntó a crear conciencia sobre las tarifas indebidas, publicidad engañosa, falta de contratos y trabajos con salarios inferiores al mínimo, entre otros temas. Un informe de 2016 de la legislatura estatal enfatizaba que los inmigrantes recién llegados eran particularmente vulnerables a estas estafas.
Durante el último año, la ciudad de Nueva York ha recibido a más de 95.000 inmigrantes y son justamente ellos quienes pueden ser más propensos a la explotación, señalaron expertos y defensores. Es una gran población desesperada por encontrar trabajo lo más rápido posible y, a menudo, desconoce las regulaciones destinadas a proteger a los consumidores.
“Esta es la tormenta perfecta para los empleadores sin escrúpulos y las agencias de empleo sin escrúpulos”, dijo Hildalyn Colon-Hernandez, subdirectora de New Immigrant Community Empowerment (NICE), un grupo de defensa que dice que ha visto un aumento en las quejas sobre agencias fraudulentas. “No hemos visto la punta del iceberg”, agregó.
Durante meses, los funcionarios de la ciudad, los inmigrantes afectados y los defensores han implorado al gobierno federal para acelerar la autorización de trabajo para los solicitantes de asilo, quienes no son elegibles para trabajar legalmente hasta que hayan tenido una solicitud de asilo activa durante al menos seis meses.
“¿Qué es más antiestadounidense que venir a este país y que te digan que no puedes trabajar?”, el alcalde Eric Adams dijo recientemente durante un evento comunitario.
Mientras tanto, no es raro que las agencias de empleo dirijan a las personas a un trabajo que existe fuera del mercado laboral autorizado, dijeron los defensores quienes han visto durante décadas cómo la economía local se sustenta de trabajos formales e informales.
Pagos por adelantado a agencias de empleo
El DCWP lanzó recientemente una campaña de divulgación, trabajando con organizaciones como NICE y proveedores legales individuales, para garantizar que los solicitantes de asilo conozcan sus derechos y las protecciones del consumidor a las que tienen derecho.
“Nuestra nueva campaña de divulgación [está] dirigida a las personas que buscan asilo debido a este riesgo creciente”, dijo a City Limits el portavoz de DCWP, Michael Lanza.
Al 30 de junio, había 257 agencias de empleo autorizadas en la ciudad de Nueva York, incluidas las agencias a las que hace referencia este artículo. Estas empresas pueden ayudar a encontrar trabajo por una tarifa, pero se supone que esa tarifa no debe pagarse por adelantado, información clave que algunos inmigrantes desconocen. Además, según el DCWP, los inmigrantes que han pagado una tarifa por adelantado tienen derecho a un reembolso completo.
“Las agencias de empleo no pueden cobrar una tarifa antes de que se obtenga un empleo. Esto incluye pagar tarifas por adelantado por la ‘oportunidad’ de conseguir un trabajo”, explicó Lanza.
Pero todos los inmigrantes reportaron lo opuesto: las agencias de empleo cobraron primero.
Jennifer, de 39 años, quien pidió que no se usara su nombre completo por temor a poner en peligro su caso de inmigración, fue enviada primero a un trabajo como empleada doméstica, lo que requería que hubiera leído y estudiado la Guía para empleadas domésticas que trabajan en casas judías. No funcionó. Según Jennifer, trabajó en una casa solo dos días. La Golden Rose agencia de empleo no devolvió la llamada con trabajo adicional y no hubo reembolso.
En otro caso, Jeni, de 34 años, fue enviada a una fábrica textil donde pedían que hablara inglés a pesar de que ella había dicho al personal de la CMP Employment Agency que no lo hablaba. Después del segundo intento en un motel que ni siquiera solicitaba empleados, Jeni supo que quería que le devolvieran su dinero. Pero la agencia le dijo que tendría que ir a una tercera opción de empleo para recuperar solo el 60 por ciento de los $150 que había pagado.
“Me dijeron que se quedaban con una parte por gastos administrativos”, dijo Jeni. “Me llené de rabia, impotencia, y me puse a pensar: esa es la forma de robar. A veces somos tan ingenuos, tan grandes en edad pero ingenuos por la necesidad”, agregó.
La CMP Employment Agency no respondió varias llamadas en busca de comentarios. En una ocasión, una empleada contestó, pero colgó después de que el reportero se identificara.
Un miembro del personal de la Golden Rose Agencia de empleo dijo que desde que la ciudad comenzó a recibir una mayor cantidad de inmigrantes el año pasado, había más trabajadores que trabajos y la agencia debía cobrar las tarifas primero porque, de lo contrario, los trabajadores no pagaban.
“Nueva York está al máximo”, dijo ella.
Recibos sin la información completa
Según la Ley de Agencias de Empleo del estado de Nueva York los recibos que emiten las agencias de empleo deben incluir un texto en letras mayúsculas y negritas indicando que “una agencia de empleo no puede cobrarle a usted, el solicitante de empleo, una tarifa antes de referirlo a un trabajo que usted acepte”.
Y, “si paga una tarifa antes de aceptar un trabajo o paga una tarifa que viola la ley, puede exigir un reembolso, que se devolverá dentro de siete días”.
De los recibos revisados por City Limits, ninguno incluía toda la información requerida, información dispobible también en los recibos de muestra hechos por el DCWP. En otro recibo decía que las agencias debían devolver el “depósito” o “anticipo” si no se ubicaba al solicitante en un puesto de trabajo, pero esa información solo estaba en inglés.
¿Qué hacer?
Los inmigrantes que piensen que se violaron sus derechos como consumidores pueden presentar una queja ante el DCWP en línea, o llamando al 311. Los denunciantes no tienen que dar su nombre o estatus migratorio.
Los fiscales de los condados de Manhattan, Queens y Brooklyn, así como la oficina de la Fiscal General de Nueva York, animaron a los inmigrantes a presentar denuncias laborales en sus respectivas oficinas.
Según las cifras del DCWP, la cantidad de quejas presentadas contra las agencias de empleo parecen estar disminuyendo desde que la ciudad comenzó a recibir más inmigrantes el año pasado.
Además de las tarifas indebidas, las quejas pueden alegar que las agencias refirieron a trabajos que pagaban menos del salario mínimo u ofrecieron números de Seguro Social (Social Security numbers) o Tarjeta de Residente Permanente (Green Card) falsos.
El año pasado, el DCWP recibió 130 quejas sobre agencias de empleo, realizó 81 inspecciones y emitió 22 citaciones. Pero las cifras de este año van camino de ser más bajas: se presentaron 40 denuncias entre enero y junio, se realizaron 17 inspecciones y sólo se han emitido dos sanciones.
Al igual que con muchos problemas que afectan a las comunidades inmigrantes, las cifras disponibles no reflejan el verdadero tamaño del problema, que según los expertos probablemente se deba a la falta de denuncias. Algunos de los inmigrantes con los que habló City Limits creían que al presentar una queja, estarían creando problemas y podrían enfrentar represalias, cuando todo lo que los inmigrantes quieren es encontrar trabajo.
En una declaración a City Limits, un portavoz del Departamento de Trabajo del estado de Nueva York dijo que la oficina no recopila datos sobre el estado de asilo, con la esperanza de que los trabajadores indocumentados se sientan cómodos.
“Debido a las dificultades causadas por el miedo a ser procesados por su situación, muchos trabajadores indocumentados no presentan denuncias”, dijo el portavoz. Esto “dificulta la obtención de datos sobre la contratación de quienes tienen estatuto de asilo”, agregaron.
La mayoría de los inmigrantes entrevistados por City Limits dijeron que no sabían que tenían los mismos derechos que cualquier otra persona para quejarse de las prácticas de las agencias de empleo.
Dificultades para hacer cumplir la ley
Incluso cuando una persona en busca de empleo presenta una queja, los defensores lamentan que hayan dificultades para hacer cumplir la ley. “Las agencias de empleo no dan cuentas”, dijo Kazi Fouzia, directora de organización de Desis Rising Up & Moving (DRUM por sus siglas en inglés).
Una vez que se presenta una queja al DCWP, se supone que la agencia debe investigar y tomar medidas. Responder a las quejas es la forma principal en que la ciudad se entera de actividades ilegales, dijo el DCPW. Una vez que se emite una sanción los infractores pueden estar sujetos a multas emitidas por la Oficina de Juicios y Audiencias Administrativas (Office of Administrative Trials and Hearings u OATH por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la cantidad de inspecciones realizadas por el DCWP ha disminuido desde el récord alcanzado en 2019. Según la ciudad, la pandemia de COVID-19 hizo que realizar inspecciones fuera más desafiante.
“Desde la proliferación del trabajo remoto al comienzo de la pandemia, el DCWP ha enfrentado desafíos al intentar inspeccionar las agencias de empleo, ya que las oficinas dirán que están cerradas… cuando lleguamos, o el personal no está presente en el lugar”, dijo Lanza. “En 2022, a el DCWP solo se le otorgó la entrada para completar las inspecciones en aproximadamente el 22 por ciento de los casos”.
Jose, por ejemplo, no denuncó.
Después de su fallida entrevista de trabajo en Flushing, lo enviaron a un almacén en Queens donde empacó pedidos de 9 am a 6 pm. Al final del día, el empleador le dijo que había sido un día de prueba y que no habría pago, un presunto caso de robo de salario. Jose luego volvió a la agencia para quejarse.
Dijo que el personal lo calmó, diciéndole que tenía una tercera oportunidad: como ayudante de camarero. Pero cuando Jose llegó al restaurante, se enteró que el trabajo requería inglés intermedio, que él no tenía.
En lugar de regresar a la agencia o presentar una queja formal ante la ciudad, Jose decidió continuar su búsqueda de trabajo por su cuenta.
“Ahí desistí, en ese momento”, dijo Jose. “ No fui más a la agencia. Eso me paeció una falta de respeto: se valen de las personas que estan llegando”.