Una plantilla de solo 302 personas cuida los más de 865.000 árboles en toda la ciudad. El presupuesto preliminar de Adams pretende recortar $46 millones de dólares del Departamento de Parques, lo que los ecologistas temen que suponga un paso atrás en la promesa del alcalde de mantener vivos y en crecimiento los árboles de Nueva York.

Bushwick street

Adi Talwar

Una calle arbolada de Bushwick, Brooklyn.


Este artículo apareció originalmente en inglés. Translated by Daniel Parra.
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En junio del año pasado, la alcaldía aprobó la mayor financiación para la plantación de árboles en media década, permitiendo al Departamento de Parques y Recreación plantar 20.000 árboles al año durante los próximos cuatro años. Pero a los ecologistas les preocupa que los recortes señalados en el presupuesto preliminar del alcalde y la escasez de personal dificulten no solo alcanzar ese objetivo, sino mantener los más de 865.000 árboles que supervisa actualmente el Departamento de Parques.


Cuando el alcalde Eric Adam dio a conocer su presupuesto preliminar para el año fiscal 2024 el 12 de enero, reservó casi $583 millones de dólares para el Departamento de Parques. Y una vez más Adams no cumple la promesa de campaña de dedicar el 1 por ciento del presupuesto total de la ciudad al Departamento de Parques.

Para silvicultura, horticultura y recursos naturales, los fondos preliminares ascienden a $34.15 millones de dólares. La división cuenta con 302 empleados —una cifra insuficiente, según sus defensores—, para gestionar adecuadamente las 22.000 hectáreas de arbolado de las 42.656 que tiene la ciudad.

“El Departamento de Parques carece de personal suficiente en su división forestal para ayudar a cuidar los árboles de nuestra ciudad”, dijo a City Limits Adam Ganser, director ejecutivo del grupo New Yorkers for Parks.

Actualmente hay 4.235 empleados de Parques y 426 puestos vacantes en toda la agencia, dijo el departamento en un correo electrónico. Aunque el presupuesto de $629 millones de dólares del año pasado fue una de las mayores asignaciones de fondos hechas a Parques en la historia de la ciudad, Ganser dijo que el nuevo presupuesto preliminar y las vacantes de personal significan “un paso atrás”.

El Departamento de Parques no es ajeno a las limitaciones presupuestarias: el exalcalde de Blasio recortó $84 millones de dólares del departamento para el ciclo fiscal 2021, dejando muchos espacios verdes de la ciudad cubiertos de basura por falta de mantenimiento. Ganser advierte que los árboles de la ciudad podrían sufrir un destino similar.

“Vamos a acabar muy pronto en una situación realmente difícil si no somos capaces de mantenerlos. Los árboles no sobrevivirán, y entonces el dinero que estamos invirtiendo en plantar [nuevos árboles] se malgastará”, dijo Ganser. “A los dirigentes electos les gusta construir cosas, les gusta plantarlas, pero no les gusta mantenerlas. No hay corte de cinta para el mantenimiento”.

En una declaración enviada por correo electrónico, Jennifer Greenfeld, comisionada adjunta de medio ambiente y planificación de Parques, dijo que la agencia está comprometida con el cuidado de sus árboles.

“Como administradores de casi la mitad del bosque urbano de la ciudad, nuestro objetivo es proteger y ampliar tanto, y tan equitativamente, como sea posibleeste este recurso natural vital”, dijo Greenfeld.

Compromiso para toda la vida

La protección de los árboles de la ciudad no es tarea fácil.

La división forestal del Departamento de Parques es responsable de todos los aspectos de la vida de los árboles, desde la selección del lugar donde se plantarán, pasando por la adquisición, el diseño y la instalación de cada árbol joven, hasta la gestión de su mantenimiento a medida que crecen. 

Cuando se trata de cuidar los árboles de las calles de la ciudad, se suele contratar a un contratista para que realice la plantación. Ese contratista ofrece una garantía que cubre el cuidado de los árboles durante los dos primeros años, incluida su sustitución si mueren. Una vez transcurridos esos dos años, el Departamento de Parques se hace cargo. Los neoyorquinos pueden informar de la necesidad de mantenimiento de los árboles llamando al 311, el servicio de atención telefónica de la ciudad. El Departamento de Parques también realiza inspecciones, aunque poco frecuentes.

“Cada árbol del paisaje urbano de Nueva York se visita una vez cada siete o diez años para determinar si necesita poda o algún tipo de asistencia arbórea o no”, explica Bram Gunther, que fue jefe de silvicultura, horticultura y recursos naturales del Departamento de Parques entre 2011 y 2015.

Cree que la división forestal tiene un buen sistema, pero un personal limitado. 

“¿Hay abundancia de personal para cuidar de la naturaleza en Nueva York? No. ¿Hay suficiente? Probablemente lo justo”, dijo Gunther a City Limits.

La ciudad se las arregla recurriendo en gran medida a grupos de voluntarios para mantener los árboles vivos y prósperos. Uno de esos grupos es Trees New York, una organización sin ánimo de lucro con más de 2.000 voluntarios activos que cultivan el suelo, podan, limpian las malas hierbas, retiran la basura y reparan las ramas dañadas por toda la Gran Manzana.

Nelson Villarrubia, director ejecutivo, afirma que la participación ciudadana es importante, pero también cree que la ciudad debe invertir más en mantenimiento. “Si no inviertes en mantenimiento no proteges el enorme coste de plantar más árboles. Si no, no será eficaz”, dijo Villarubia.

Plantación más rápida

Sarah Charlop-Powers, directora ejecutiva de Natural Areas Conservancy, afirma que la clave para un arbolado próspero es “invertir en suficiente mano de obra y creación de empleo” para el mantenimiento de los árboles, al tiempo que se aseguren fondos suficientes para “la plantación de nuevos árboles, que también es enormemente importante”.

Su organización sin ánimo de lucro se unió a una coalición de grupos ecologistas llamada Forest for All para defender el objetivo de lograr densidad arbórea del 30 por ciento en la ciudad de Nueva York para 2035. La ciudad tenía aproximadamente un 22 por ciento de densidad arbórea cuando se realizó el censo más reciente en 2017.

“Para alcanzar ese ambicioso objetivo sería necesario un mayor nivel de inversión y un ritmo más rápido de plantación”, añade Charlop-Powers. 

Según el Departamento de Parques, el valor medio de cada árbol es de $3.130 dólares. Esa cifra “incluye el coste del diseño, el árbol, excavación, plantación, supervisión, un año de asentamiento (incluido riego y deshierbe), garantía y administración”.

El año pasado, los presidentes de los cinco condados pidieron al alcalde Adams que plantara un millón de árboles antes de 2030, con un coste estimado de $500 millones de dólares.

Según un informe reciente de Nature Conservancy, Nueva York cuenta hoy con unos 7 millones de árboles. Es decir, menos de un árbol por cada 8.8 millones de habitantes. El Departamento de Parques dijo en un correo electrónico que más de 13.000 árboles de la calle fueron plantados en el año fiscal 2022 que terminó en julio, un aumento significativo con respecto a años anteriores; más de 17.000 árboles adicionales fueron plantados en los parques durante ese mismo período, según datos de la ciudad.

Durante los primeros cuatro meses del actual año fiscal 2023, Parques plantó 2.748 árboles en total, por debajo de los 5.075 en el mismo período del año anterior, según el informe preliminar de gestión del alcalde, que atribuyó el descenso al momento de la temporada de plantación y a los “contratos de restauración forestal en curso”.

Pero los grupos ecologistas afirman que la ciudad tiene capacidad para ir más lejos.

Según un estudio publicado en diciembre por Nature Conservancy, la ciudad de Nueva York puede duplicar su densidad arbórea, pasando del 22 por ciento registrado en el último censo de árboles de 2017 al 42 por ciento, sin necesidad de desplazar edificios, carreteras y otros usos del suelo. Según Nature Conservancy, se pueden plantar árboles en cualquier lugar que ocupe una superficie superior a unos 25 pies cuadrados, a excepción de lugares como aeropuertos, cementerios o propiedades individuales.

La plantación de árboles aporta beneficios como la lucha contra las olas de calor urbano, al reducir las temperaturas, y la reducción de la descarga de aguas pluviales, ya que captan y almacenan las precipitaciones en las copas, que luego se evaporan de forma natural a la atmósfera.

Pero lo más importante es que los espacios verdes son esenciales en la lucha contra el cambio climático. Un estudio reciente publicado por investigadores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY por sus siglas en inglés) descubrió que cuando la vegetación de la Gran Manzana florece durante la primavera y el verano, absorbe hasta el 40 por ciento de las emisiones de carbono causadas por los humanos en la zona de Nueva York.