Uno de los detenidos dijo a City Limits que ha estado detenido por ICE durante más de seis meses, pero solo le han dado dos tapabocas de tela durante ese tiempo, a pesar de que el personal de la cárcel dijo a los concejales que tienen tapabocas en abundancia.

Councilmember Shekar Krishnan

The Orange County Jail


Este artículo apareció originalmente en inglés. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.

El lunes, dos concejales de Nueva York, Shahana Hanif y Shekar Krishnan, junto con defensores de inmigrantes, visitaron el centro penitenciario del condado de Orange (OCCF) para ver cómo están los detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), como parte de la iniciativa de estos legisladores para presentar un proyecto de ley estatal que prohíba a los centros de detención de Nueva York contratar con ICE.


La visita se produce meses después de un posible brote de COVID-19 en el centro de Goshen (Nueva York), de una huelga de hambre de los detenidos en el mes de febrero y de una audiencia del comité de inmigración del Concejo de la ciudad en el mismo mes que se ocupó de las condiciones de dicha cárcel.

Tras pasar horas en el interior del centro de detención el pasado 16 de mayo, los concejales organizaron una charla informativa en la que declararon que la visita les permitió corroborar varias de las quejas que habían escuchado antes por parte de detenidos, defensores y abogados.

“Quizá lo peor de todo sea la falta de protocolos COVID-19“, dijo la presidenta del comité de inmigración, Shahana Hanif, en un comunicado. “La situación en esta cárcel es horrible, y esta visita confirma lo que escuchamos en nuestra audiencia a principios de este año”.

Los detenidos reciben tapabocas de tela y ellos mismos se encargan de lavarlos, dijo la concejal Hanif, quien habló con City Limits en una entrevista telefónica el miércoles pasado. La concejal señaló otras preocupaciones en torno a la protección contra COVID-19.

“Las personas expuestas tampoco fueron sometidas a pruebas, [y] a pesar de la abundancia de PPE [Equipo de Protección Personal], los individuos encarcelados reciben tapabocas de tela que deben lavar por su cuenta”, dijo en un comunicado. Los casos de COVID-19 han aumentado en todo Nueva York, aunque el condado de Orange sigue siendo la única región del estado que se encuentra en la categoría verde de “bajo riesgo” según las directrices de los CDC.

Un detenido por ICE, que prefirió no ser identificado, explicó a City Limits que el último tapabocas de tela que recibió se lo dieron hace dos meses. Él ha estado detenido durante más de seis meses, pero solo le han dado dos tapabocas durante ese tiempo.

Cuando los concejales preguntaron al subcomisario de la cárcel, encargado de guiarlos por las instalaciones, por qué los detenidos llevaban tapabocas de tela —que, según las autoridades sanitarias, ofrecen una protección menos eficaz que otros tipos de tapabocas—, éste respondió que era por razones médicas. Más tarde, cuando los concejales visitaron el área médica, hicieron la misma pregunta al personal médico, y este respondió que era una decisión del centro de detención, según explicaron los legisladores a los periodistas.

“Luego hubo un silencio incómodo”, describió Krishnan por teléfono.

Los detenidos también se han quejado de los retrasos en la toma de pruebas COVID-19, algo que un representante de ICE refutó. Un portavoz de la agencia dijo que se están haciendo pruebas, y afirmó que no han habido casos recientes en la cárcel del condado de Orange. Un detenido tuvo síntomas pero dio negativo el 28 de abril, según el portavoz, quién agregó que la última vez que alguien dio positivo en el centro fue el 24 de enero.

“Existen protocolos exhaustivos para la protección del personal y de los pacientes, incluyendo el uso apropiado del equipo de protección personal (PPE), de acuerdo con la directriz de los CDC”, dijo el portavoz por correo electrónico.

Según ICE, actualmente hay 131 detenidos en el centro de Goshen, dos menos que en febrero. La agencia reconoció que los detenidos reciben tapabocas de tela.

Durante su visita, los concejales entregaron unas 300 pruebas rápidas para detectar COVID-19 y unos 300 tapabocas quirúrgicos, a pesar de que el personal de la cárcel informó de que disponían de ambos artículos en abundancia.

La oficina del Sheriff del condado de Orange, que supervisa la cárcel, no respondió de forma inmediata a las preguntas de City Limits sobre las cifras de COVID-19, ni comentó sobre las declaraciones de los concejales tras su visita. La Oficina del Sheriff ha refutado anteriormente las afirmaciones de los defensores y de los detenidos sobre las condiciones en la cárcel. “Todas estas acusaciones se han hecho repetidamente por activistas y en un momento u otro en los últimos 2 años y cada una de ellas ha demostrado ser una falsedad”, dijo un representante de la oficina en una declaración después de la audiencia del Concejo del mes de febrero.

En abril, seis grupos de defensa de inmigrantes —Catholic Charities Community Services, Envision Freedom Fund, For the Many, Freedom for Immigrants, New York Lawyers for the Public Interest y la Clínica de Derechos de los Inmigrantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York— denunciaron ante el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, siguiendo una denuncia anterior que habían presentado en febrero por presuntos abusos racistas y represalias, violencia, condiciones inseguras y negligencia médica de los detenidos en el centro en medio de la pandemia.

Actualmente solo hay una mujer detenida en el centro: Anna Sorokin, también conocida como Anna Delvey, cuyo caso ha acaparado la atención de los medios de comunicación y ha inspirado una serie de Netflix. La concejal Hanif habló con ella quien le dijo que había esperado una semana para que le hicieran la prueba para detectar COVID-19.

Las pruebas y el acceso a la atención médica en la cárcel son las dos áreas en las que existen relatos contradictorios: los funcionarios de centro de detención dijeron al grupo que los visitó que las pruebas y la atención médica están fácilmente disponibles, y subrayaron que cualquier persona que experimente síntomas de COVID-19 será examinada con un hisopo. Según ICE, se puede obtener una prueba por solicitud, observación o reporte de necesidad clínica.

Pero algunos detenidos dijeron que ese no ha sido el caso. “Aunque los funcionarios de los centros penitenciarios sostienen que las necesidades médicas se satisfacen adecuadamente, muchos detenidos nos confirmaron que no es así”, dijo Hanif.

Los concejales también tuvieron acceso a la zona de la cocina durante su visita.

“Vimos la comida, era totalmente inapetente”, dijo Krishnan, quien reconoció que no inspeccionaron si la comida había caducado, una de las quejas que los defensores de inmigración hicieron en su carta de febrero al DHS. Los defensores también han denunciado que a los detenidos se les servía “pasta todos los días para comer y cenar”. Además, “informaron que las porciones de la comida se hicieron más pequeñas después de la huelga de hambre”, explicó Tania Mattos, directora de defensa y política de Envision Freedom. (ICE ha negado previamente que se haya llevado a cabo una huelga de hambre en la cárcel durante el mes de febrero).

Un detenido vegetariano dijo al concejal Krishnan que todos los días le sirven arroz y frijoles. Sorokin informó a Hanif de que a ella le servían lo mismo, y que no hay otras opciones vegetarianas.

Los concejales hablaron con una veintena de detenidos en una zona común del centro. “Los detenidos se ven forzados a comer comidas insípidas junto a sus inodoros porque no se les permite comer en grupo”, dijo Hanif.

“Las cosas no han mejorado en el centro a pesar de las constantes llamadas de organizaciones y funcionarios electos”, dijo Ellen Pachnanda, la abogada a cargo del Proyecto de Unidad Familiar de Inmigrantes de Nueva York (NYIFUP) del Brooklyn Defender Services, quienes representan a inmigrantes detenidos que se enfrentan a la deportación.

Esta no es la primera vez que la cárcel del condado de Orange ha sido noticia en los últimos años: en 2018, la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles (CRCL por sus siglas en inglés) investigó las condiciones de este centro en respuesta a las denuncias de violaciones de los derechos civiles y las libertades civiles, así como la muerte en 2016 de una persona bajo custodia de ICE.

Hanif y otros legisladores progresistas han estado presionando para que se apruebe el proyecto de ley NY Dignity Not Detention, una legislación estatal que prohibiría a Nueva York alojar a los detenidos de ICE en sus centros penitenciarios, algo que el estado vecino de Nueva Jersey prohibió el año pasado.