Adolescentes indocumentados no pueden aplicar al Programa de Empleos para Jóvenes en el Verano (SYEP) de la ciudad de Nueva York, que según sus defensores ofrece una serie de beneficios educativos y económicos. “Para algunos, es tan simple como un trabajo de verano que les proporciona ingresos extra, pero para otros, puede ser el comienzo de una carrera de por vida”.
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El Programa de Empleos para Jóvenes en el Verano (SYEP por sus siglas en inglés) de la ciudad de Nueva York recibió este año una expansión para ofrecer la mayor cantidad de oportunidades de empleo en la historia de este programa, pasando de unas 75.000 plazas en 2021 a 100.000 este verano. Sin embargo este programa sigue excluyendo a jóvenes indocumentados de la ciudad.
SYEP es el mayor programa de empleo para jóvenes entre los 14 y los 24 años de edad del país y tiene dos requisitos principales: residir en alguno de los cinco condados de la ciudad y estar legalmente autorizado a trabajar en los Estados Unidos, siendo este último justamente el requisito que deja por fuera a jóvenes indocumentados.
El Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario de la ciudad, entidad encargada de supervisar el programa SYEP, dijo que “desafortunadamente, las regulaciones federales impiden que los jóvenes indocumentados participen en el Programa de Empleos para Jóvenes en el Verano. Sin embargo, la administración de Adams está invirtiendo proactivamente en programas únicos para abordar esas disparidades y, en la medida de lo posible, ayudar a nivelar el camino para los jóvenes indocumentados”, dijo el vocero del departamento, Mark Zustovich.
Zustovich no dio detalles inmediatamente sobre qué programas únicos para abordar esas disparidades se están discutiendo pero varias propuestas se han presentado por años. Por ejemplo, en 2019 el defensor del pueblo, Jumaane Williams, presentó un proyecto de ley para crear un programa paralelo al SYEP pero ampliado para que todos los jóvenes, independientemente de su situación migratoria pudieran participar, pero no fue aprobado.
En conservación con City Limits, Williams dijo que ha reactivado la presión este año para crear dicho programa paralelo a SYEP para ofrecer una “oportunidad de enriquecimiento educativo” a los jóvenes indocumentados. Su propuesta proporcionaría un estipendio en lugar de un cheque de pago y él quiere que sea incluido en el presupuesto de la ciudad.
El programa SYEP se financia en gran parte a través de fondos de la ciudad, del estado de Nueva York y el gobierno federal, y los defensores de los inmigrantes no creen que haya restricciones por parte de los donantes para que los jóvenes indocumentados puedan aplicar.
El Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario de la ciudad dijo que independientemente de las fuentes de financiación, las directrices federales exigen que los participantes estén legalmente autorizados a trabajar en Estados Unidos y que puedan presentar su documentación I-9, dado que SYEP es un programa de empleo y los jóvenes reciben un salario.
Para Monia Salam, directora del programa de aprendizaje basado en el trabajo en las escuelas ExpandED y quien ha sido por años una defensora de la expansión del SYEP, la barrera más grande es que los jóvenes sin número de la seguridad social no pueden cobrar más de $599 dólares —porque todo lo que supere esa cifra requiere presentar documentos de autorización de trabajo al Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés).
“Esta es la pregunta número dos por la que la mayoría de la gente viene”, explica Vanessa Luna, cofundadora de ImmsSchools y quien también ha pedido la inclusión de indocumentados por años. “La pregunta que más nos hacen es: ¿puedo ir a la universidad? La segunda es: ¿puedo entrar en el SYEP?”.
A pesar de que el Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario de la ciudad dice que la administración de Eric Adams está buscando crear programas únicos para abordar esas disparidades entre jóvenes indocumentados y los que no, saber con exactitud cuántos jóvenes se quedan año tras año por fuera de este programa SYEP es aún desconocido.
Todas las estimaciones tienen algunos fallos. Por ejemplo, el Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario presentó una estimación basada en los informes de la Oficina del Alcalde para Asuntos de los Inmigrantes: aproximadamente 42.000 jóvenes de entre 18 y 24 años son indocumentados. Hay unos 45.000 menores adicionales de 17 años pero esta cifra agrupa a los jóvenes de 17 años o menos. El Departamento de Educación no ofreció una estimación y las organizaciones de defensa de los inmigrantes tampoco tienen una cifra clara.
Luna dijo que una guía para tener un estimado la daba la ley DREAM del estado de Nueva York (NYS DREAM Act) que calculaba en 2019 que aproximadamente 4.500 estudiantes indocumentados se graduaban cada año en los institutos del estado Nueva York. Pero hay dos problemas con esta cifra. Por un lado incluye estudiantes de todo el estado, por lo que no da una buena idea del número de jóvenes indocumentados en la ciudad. Por otro lado, deja por fuera a los jóvenes que están aún en la escuela secundaria, es decir, aquellos jóvenes entre 14 años y mayores.
El defensor del pueblo, por su parte, dijo que la cifra que su oficina manejaba en el 2019, y que aplicaría aún, sería de unos 38.000 estudiantes que serían elegibles para el programa SYEP pero que no pueden aplicar por su estatus migratorio.
Y los estimados siguen creciendo a medida que cambia la fuente. Por ejemplo, el Center for Migration Studies de Nueva York sobre la población indocumentada (CMS por sus siglas en inglés) dicen que en 2019 había 16.491 jóvenes indocumentados entre los 18 y los 20 años y unos 25.257 entre los 21 y los 24 años, es decir, 41,748 jóvenes —sin contar aquellos entre los 14 y los 17 años. De acuerdo con el Migration Policy Institute en 2019 había 77.000 jóvenes indocumentados de entre 16 y 24 años en la ciudad de Nueva York; pero una vez más, estos estimados no incluyen jóvenes entre los 14 y los 15 años.
La concejal Shahana Hanif, quien es la presidente del comité de inmigración, dijo que estaba luchando tanto para ampliar el SYEP a los jóvenes indocumentados como para crear modelos alternativos que proporcionen las mismas experiencias de aprendizaje y compensación.
“Es muy importante que encontremos una vía para que los jóvenes indocumentados formen parte de SYEP. SYEP ayuda a los jóvenes no sólo a crecer más conectados a nuestra ciudad, sino que también es una herramienta de empoderamiento económico”, dijo Hanif.
“Para algunos, es tan simple como un trabajo de verano que les proporciona ingresos extra, pero para otros, puede ser el comienzo de una carrera de por vida”, agregó.
J.T Falcone, analista político de la organización United Neighborhood Houses —que también ha pedido una expansión más incluyente del programa por años— dijo que hay una lista de investigaciones sobre los beneficios de hacer parte de este programa SYEP.
Por ejemplo, los participantes del programa SYEP mostraron impactos positivos en el rendimiento académico y la retención en el año siguiente a la participación; aumentaron los ingresos de los jóvenes y que estos resultados son acumulativos. Los jóvenes también redujeron la probabilidad de participar en delitos violentos durante un período de 17 meses después de su participación, redujeron la probabilidad de mortalidad y su trabajo fortaleció las comunidades.
Los jóvenes indocumentados llevan años sin acceder a estos beneficios. “Las oportunidades de aprendizaje basadas en el trabajo como SYEP son especialmente importantes para los estudiantes de inglés (ELL por sus siglas en inglés), pero muchos estudiantes inmigrantes y estudiantes que aprenden inglés han quedado históricamente fuera de estos programas, debido a las barreras de documentación y a la falta de apoyos lingüísticos”, dijo Juliet Eisenstein, abogada del proyecto de preparación para la educación superior de Advocates For Children.
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La expansión del programa no solo tiene en este momento el respaldo de organizaciones que protegen a los inmigrantes sino también el de un renovado grupo de concejales que ve como primordial la restructuración para que sea un programa de acceso universal. Las presidentas de los comités de inmigración, educación y servicios a la juventud de la ciudad se pronunciaron a favor de la inclusión de los jóvenes indocumentados en el programa SYEP.
Althea Stevens, presidenta del comité de servicios a la juventud, dijo que “la raíz del problema está en el ámbito federal, ya que necesitamos una reforma migratoria seria. Como este asunto es más grande que el Programa de Empleos para Jóvenes en el Verano, se requiere apoyo y soluciones para atender eficientemente a la población inmigrante”.
La concejal Rita Joseph, presidenta del comité de educación de la ciudad, dijo que “el hecho de que los jóvenes indocumentados no puedan participar en el SYEP es una absoluta desfachatez. Todos los niños, independientemente de su estatus migratorio, deberían tener la oportunidad de adquirir habilidades significativas fuera de la escuela”.
Algunas organizaciones han propuesto que sea a través de organizaciones de base que la ciudad desarrolle el programa para que sean estas las encargadas de que haya un acceso universal, pero esto sería una restructuración total y no tan fácil de hacer. Por lo pronto, el Departamento de Juventud y Desarrollo Comunitario dijo que estaba pensando en un programa piloto de oportunidades de aprendizaje que incluye pequeños estipendios y abierto a todos los estudiantes, incluidos indocumentados, pero no ahondó en detalles.
“Quizá tengamos que ser innovadores para encontrar una solución, pero lo único que necesitamos es la voluntad política para conseguirlo”, pidió la concejal Hanif.