El fondo recibió 528 aplicaciones y hasta el 26 enero, menos de la mitad (216 aplicaciones) habían sido aprobadas. De los $27 millones de dólares disponibles para este fondo, menos de un millón de dólares ha sido desembolsado.
Read the story in English here.
El fondo de ayuda para los neoyorquinos indocumentados que cubría daños ocasionados por los últimos coletazos del huracán Ida cerró hace más de un mes y unos $23 millones quedan sin asignar, según los datos hasta ahora y las estimaciones de City Limits. La oficina de la Gobernadora Kathy Hochul, sin embargo, ha dicho que es demasiado pronto para especular sobre qué pasará con dichos fondos a pesar de las peticiones de las organizaciones para que el dinero se reutilice para proporcionar otros servicios a las comunidades indocumentadas del estado.
“Es demasiado pronto para especular sobre el uso de los fondos restantes en función de unas solicitudes que muy probablemente continuarán”, un portavoz de la Gobernadora le dijo a City Limits.
“La propuesta de presupuesto ejecutivo para 2023 sitúa los fondos en el presupuesto del Departamento de Estado para responder a todas las solicitudes recibidas”, añadió.
Seis organizaciones comunitarias se encargaron tanto del proceso de solicitud como de la distribución de los fondos, pero estas tampoco saben en qué se asignará el dinero. Organizaciones como el Chinese-American Planning Council, (CPC por sus siglas en inglés) quisieran que un programa como este se extendiera o que se volviera un programa permanente.
“Abogaremos por una ampliación, junto con otros proveedores”, dijo el director de CPC, Steve Mei. “El Estado no ha cerrado necesariamente la puerta a esta posibilidad”.
Este programa fue anunciado el 26 septiembre, 25 días después de que la tormenta Ida azotara Nueva York, estuvo abierto en conjunto con el programa de asistencia individual de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y ambos programas cerraron el 4 de enero.
Los tres meses y nueve días que el fondo estuvo abierto, dicen varias de las organizaciones, no fue suficiente para que los neoyorquinos afectados se enteraran de la existencia de un programa que por primera vez se enfocó en inmigrantes indocumentados, y tampoco permitió que las organizaciones tuvieran tiempo suficiente para derribar las barreras y animar a la gente a presentarse.
El fondo recibió 528 aplicaciones y hasta el 26 enero, solo 216 (menos de la mitad) habían sido aprobadas. De los $27 millones de dólares disponibles para este fondo, menos de un millón de dólares ha sido desembolsado: solo $626.920 dólares. Si se pagan cantidades similares a las aprobadas hasta ahora, y si se restan las tasas estimadas pagadas a las organizaciones sin ánimo de lucro que administran el programa, quedarán al menos $23 millones sin gastar, de acuerdo con el análisis de City Limits.
“Creo que muchos miembros de la comunidad no aplicaron. Puede haber cierta desinformación sobre lo que es reembolsable y la elegibilidad”, dijo Mei.
“No tener una fecha límite de inscripción habría sido beneficioso para aquellos que simplemente no conocían el fondo”, añadió Julianne Pannelli, directora de proyectos especiales de Catholic Charities Community Services (CCCS por sus siglas en inglés).
Becca Talzek, subdirectora de Make the Road New York, dijo que de no lograrse una extensión, este dinero se debería reasignar a un programa que tenga como objetivo a la misma población indocumentada.
“Hay dos ideas: ampliar el seguro de salud para que incluya a esta población; la otra es que vaya al Fondo de Trabajadores Excluidos”, dijo Talzek, quien añadió que estas propuestas aún no se han presentado formalmente a la gobernadora. Contrario a lo sucedido con el fondo para afectados por la tormenta, el Fondo de Trabajadores Excluidos (EWF por sus siglas en inglés y que dio pagos únicos a los neoyorquinos excluidos de los pagos federales de estímulo y otras ayudas) recibió más de 350.000 solicitudes y sus fondos se agotaron en poco más de dos meses distribuyendo fondos a menos de la mitad (más de 130.000 solicitudes). La coalición de trabajadores excluidos junto a algunos legisladores están pidiendo que se incluyan $3 mil millones de dólares en el presupuesto ejecutivo del estado de Nueva York.
“Nos hemos encontrado con numerosas personas que están atrasadas con el alquiler. Lamentablemente, esta subvención no es un proyecto de ayuda al alquiler y no puede ayudar de esa manera”, dijo Mei.
El Departamento de Estado de Nueva York no quiso decir por qué no se extendió la fecha límite de aplicación al fondo. Aunque el tiempo para registrarse y aplicar al fondo ha finalizado, las organizaciones tienen ahora varios meses para seguir trabajando con cada solicitante y obtener los documentos que respaldarán su reclamación, mientras los desembolsos seguirán produciéndose.
Hasta el momento el fondo estatal no ha rechazado ninguna solicitud y las organizaciones a cargo creen que la mayoría de las aplicaciones restantes serán aprobadas porque ellas hicieron una preselección para determinar a qué fondo era elegible cada aplicante. Fue así que más personas, alrededor de 587, se enteraron de que eran elegibles para el fondo de FEMA y una de cada dos personas fue referida al programa de asistencia individual de FEMA en su lugar.
Cuando se anunció la creación del fondo para personas indocumentadas se estableció como fecha máxima de aplicación el viernes 26 de noviembre de 2021 y días antes de su vencimiento, se extendió hasta enero de 2022. En un principio, solo 32 solicitantes habían recibido estos fondos y en diciembre, 66 habían recibido la ayuda mientras que 79 estaban en proceso de recibirla, tal y como reportó anteriormente City Limits.
Al final, unas 3.065 personas llamaron o acudieron a las organizaciones para informarse sobre el fondo, de acuerdo con lo que reporta la oficina de la gobernadora. La ciudad de Nueva York, sin embargo, estimó en Septiembre de 2021 que unos 5.100 inmigrantes indocumentados habían sido afectados por Ida.
Make the Road New York fue una de las organizaciones que más personas atendió con 2.000 llamadas o visitas, y alrededor de 352 de ellas referidas a FEMA, dijo Talzek.
De los fondos distribuidos hasta ahora muy pocos solicitantes han recibido ayudas directas relacionadas con la vivienda: solo $86.698 dólares.
La gran mayoría de subvenciones ($540.222 dólares) ha ido a la categoría de “otros gastos de ayuda” (other needs assistance) que cubre cosas como daños en el vehículo, gastos de mudanza, cuidado de niños y otros.
Pero algunos de los que solicitaron la ayuda no pudieron cumplir los requisitos de documentación del programa. “Algunos no pudieron sustentar las pérdidas del vehículo”, explicó Carola Otero Bracco, directora ejecutiva de Neighbors Link, “porque el título estaba a nombre de un amigo”.
Haciendo una proyección de lo que queda del fondo, si se aprueban las solicitudes restantes por un monto similar al que se ha visto hasta ahora ($2,902 dólares), entonces los 312 pendientes utilizarían casi un millón de dólares, para un total de poco más de $1.5 millones de dólares.
La única forma para que se llegara a usar la mayoría de los fondos —aunque muy improbable—, es que se le aprobara a cada uno de los aplicaciones pendientes el máximo de ayuda posible ($72.000 dólares) para que se gastaran unos $22’464.000 dólares más los $626.920 dólares desembolsados hasta ahora.
Aunque es poco probable que eso ocurra, las organizaciones comunitarias dicen que esperan que el número de personas que han recibido ayuda del programa aumente en los próximos meses.
“Hay una gran cantidad de seguimiento para los miembros de la comunidad que han solicitado pero no han completado el proceso de solicitud. Ese número de reembolsos aumentará,” dijo Mei.