El proyecto de ley que puede expandir el electorado en las votaciones municipales, otorgándole el derecho al voto a residentes permanentes o quienes tienen una “Green Card” no se ha resuelto en más de un año.
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El voto anticipado para las elecciones primarias en la ciudad de Nueva York abrió el pasado 12 de junio y los candidatos para toda la serie de cargos están buscando votantes elegibles por doquier. En medio de este bombardeo político por parte de cientos de campañas, un grupo de personas con estatus de residente permanente legal o personas con “Green Card” en la ciudad de Nueva York ven como la oportunidad de volverse electores no se ha resuelto en más de un año.
El proyecto de ley que puede expandir el electorado en las votaciones municipales, otorgándole el derecho al voto a quienes sean residentes permanentes legales, reposa sin muchos cambios. Mientras tanto, el tema de a quién sí y a quién no darle el derecho al voto entre los candidatos a la alcaldía se ha convertido en un apartado de la agenda.
En enero de 2020, el concejal Ydanis Rodríguez presentó el proyecto de ley 1867 para permitir que los residentes permanentes legales o quienes estén autorizados para trabajar en los Estados Unidos, puedan votar exclusivamente en las elecciones primarias, especiales, generales y de segunda vuelta para los cargos de alcalde, contralor, defensor del pueblo, miembro del consejo municipal y presidente del condado. El proyecto de ley no incluye votaciones a nivel estatal y mucho menos nacional.
Defensores de inmigrantes argumentan que en la ciudad de Nueva York, durante décadas se permitió a los no ciudadanos votar en las elecciones de la junta escolar, según un informe de la escuela Colin Powell de CUNY City College.
Cuando se presentó el proyecto de ley, este se vio como un proyecto con muchas posibilidades de ser aprobado pues desde muy temprano contó con el respaldo de más de 30 concejales tanto del lado más conservador del partido como del más progresista. Poco después llegó la pandemia a la ciudad y el proyecto de ley perdió su impulso inicial.
Fue justamente hace un año, durante el verano de 2020, en medio de las protestas del movimiento Black Lives Matter que Melissa John, profesora de de primaria supo que existía un proyecto de ley que le podría dar el derecho al voto a residentes legales permanentes en la ciudad.
“Vi un artículo [sobre el tema] en las noticias locales, pero volví a retomar la idea en julio”, dice John por teléfono.
John se identifica como una mujer afroamericana y afro caribeña de Trinidad y Tobago, y en medio de las protestas por la muerte de George Floyd veía cómo había una intersección entre el problema de la falta de representación y la raza en Estados Unidos.
“Si soy digna de confianza para ser una maestra para animar a los niños ¿por qué no tengo derecho a elegir un político?” dice John. “Nosotras debemos ser parte de la conversación política. No tenemos representación política. Es pagar impuestos sin representación”.
Toda esta serie de cuestionamientos la llevaron a interesarse más y más en el tema y a buscar iniciativas que le han dado algún tipo de representación política a residentes permanentes en el país.
Pronto encontró que propuestas similares han sido aprobadas en otros lugares. Por ejemplo, en College Park, en Maryland, los residentes permanentes tienen la oportunidad de votar en las elecciones municipales de 2019.
De acuerdo con Ballotpedia, diez municipalidades en todo el país permiten a los residentes permanentes votar en cierto tipo de elecciones locales a partir de marzo de 2020. Nueve estaban situados en Maryland y una en San Francisco, California.
En el país, las constituciones estatales de Arizona y de Dakota del Norte especifican que las personas que no son ciudadanos no pueden votar en las elecciones estatales y locales.
De aprobarse el voto a personas que aún no son ciudadanos, Nueva York se convertiría en la primera gran ciudad en permitirlo y en la metrópoli con una gran población elegible. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS por sus siglas en inglés), que administra el sistema de naturalización e inmigración del país, no cuenta con datos específicos para la ciudad de Nueva York.
De acuerdo con la oficina del alcalde de Nueva York para asuntos de los inmigrantes (MOIA por sus siglas en inglés) se estima que 589.000 inmigrantes neoyorquinos son residentes permanentes legales que pueden optar a la naturalización.
MOIA además dice que apoya los esfuerzos para aumentar la participación ciudadana, sin embargo este proyecto de ley en particular plantea algunas cuestiones legales que la ciudad todavía está considerando.
MOIA no amplió qué aspectos legales serían problemáticos, pero este argumento de falta de bases legales se ha usado en audiencias previas de detalles legales, dice Paul Westrick, director de política democrática de New York Immigration Coalition, una de las organizaciones que hace parte de la coalición de 45 organizaciones políticas y de derechos de los inmigrantes que están impulsando este proyecto de ley comúnmente conocido como “Our city, our vote” (nuestra ciudad, nuestro voto).
Westrick explica que uno de los argumentos de coalición es que según la ley actual, la ciudad de Nueva York tiene la autoridad para ampliar los requisitos de los votantes para incluir explícitamente a los residentes permanentes legales. Para ello, el proyecto de ley propone enmendar la constitución de la ciudad de Nueva York.
MOIA contra argumenta diciendo que esta acción de la ciudad necesitaría una enmienda constitucional y la ciudad no puede tomar medidas por sí misma.
Básicamente, la coalición no sostiene que, según la ley actual, las personas que aún no son ciudadanos sean elegibles para votar, sino que que bajo la ley actual, la ciudad tiene la autoridad y el poder para expandir las calificaciones de los votantes y así incluirlos.
Westrick cuenta que este tipo de leyes se han estado proponiendo desde el 2005 y la última vez que se avanzó fue en 2013, cuando el Concejo realizó una audiencia sobre la legislación, pero nunca se sometió a votación.
Luego de múltiples intentos por saber si este proyecto de ley tendrá pronto una fecha de audiencia en el calendario del Concejo de la ciudad y qué ha mantenido a este proyecto de ley engavetado, el portavoz de Corey Johnson —quien es el líder del Concejo—, respondió vagamente: “El proyecto de ley está atravesando el proceso legislativo”.
Mucho silencio y discreción rodea a este proyecto de ley, pero a pesar de esto, John cree que “los políticos que son inmigrantes o tienen personal inmigrante deberían entender lo positivo de este proyecto de ley, su potencial”.
En septiembre de 2020, en medio de la pandemia y como una forma de continuar haciendo activismo sin necesidad de verse con las personas, John lanzó la iniciativa RepresentWe NYC, que tiene una plantilla para enviar correos electrónicos a políticos locales para que apoyen el proyecto de ley.
City Limits contactó al concejal Francisco Moya, único miembro del comité de inmigración del Concejo que en primera instancia no había respaldado este proyecto de ley, y se ha sumado al grupo de concejales que el próximo 17 de junio será parte de una reunión en Corona Plaza que busca impulsar una audiencia al proyecto.
“Los próximos líderes de nuestra ciudad tienen la oportunidad de transformar nuestra ciudad mediante la ampliación de los derechos de voto en las elecciones municipales para incluir a los no ciudadanos y los individuos que fueron encarcelados anteriormente y están en libertad condicional”, escribe por correo electrónico el codirector ejecutivo de Se Hace Camino (Make the Road) Nueva York, Theo Oshiro.
Para Oshiro todos los neoyorquinos, independientemente de su estatus migratorio —como lo han propuesto algunos candidatos a la alcaldía—, deberían tener voz y “todos deberían tener voz en las políticas y recursos que les afectan directamente”.